Para ciertas reacciones se requieren sistemas que permitan trabajar a media o alta presión. En Química Orgánica, el caso más habitual son las hidrogenaciones catalíticas (H₂) y, según la presión necesaria, se emplean distintos aparatos y reactores.

El hidrogenador Parr consiste en un frasco de vidrio resistente a presión, protegido por rejilla metálica, conectado a una bala de hidrógeno (o línea de gases) y provisto de manómetro. Incorpora un motor basculante que agita el frasco con el sustrato y el catalizador.
Reactores a presión: alternativas
Otra opción es emplear un reactor a presión (de vidrio, material sintético o metálico). El matraz/recipiente con la reacción se introduce en el reactor y la agitación se realiza con un agitador magnético. Esta configuración se usa cuando se necesitan presiones/temperaturas mayores o mayor volumen de trabajo.
- Inspecciona el vidrio: sin grietas ni arañazos. Usa protección (rejilla/cubierta).
- Purgado: inertiza con N₂ antes de introducir H₂.
- Usa regulador y válvulas de sobrepresión; trabaja dentro de límites del equipo.
- Manejo de catalizadores (Pd/C, Raney): evita ignición; filtra húmedo e inerte.
En ambos casos, la selección del equipo depende de la presión objetivo, el volumen, la temperatura y la compatibilidad con el catalizador y el medio de reacción.
Referencia
- Isac-García, J.; Dobado, J. A.; Calvo-Flores, F. G.; Martínez-García, H. (2015). Experimental Organic Chemistry Laboratory Manual. Elsevier. ISBN: 978-0-12-803893-2
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Catedrático de Química Orgánica en la Universidad de Granada, con una larga trayectoria en Química Computacional, en modelado y diseño molecular.